"Anicá" es una muestra del artista Manuel Lozano que busca esta transformación radical. Una que reincorpore la potencia del cuerpo, y que ponga en primer plano la sensibilidad, lo afectivo, lo corporal y la estética. "Anicá" funciona como un campo afectivo, sin el cual, siguiendo a Toro y Giraldo, no podríamos entender estos tiempos de grave peligro, nilos profundos problemas de sentido del habitar contemporáneo.

La muestra "Anicá" toma su nombre del idioma pericú, una lengua que se hablaba por los antiguos habitantes de La Paz, Baja California Sur. "Anicá" significa "asentamiento pericú", de esta manera, el título de la muestra en sí mismo funciona para habitar, renombrar y ocupar el territorio de La Paz.

Sin embargo, lejos de hacerlo en un sentido colonial o jerárquico, "Anicá" hace visible los lazos con el pasado, el presente, el cuerpo y la sensibilidad, desvaneciendo los binomios establecidos por la modernidad.

"Cierro mis ojos, me transporto.... sé que estoy parado sobre un núcleo o suelo que lo veo como un ente... como si fuera el echo o una parte del cuerpo de un gigante..."

-Manuel Lozano, 2022

ANICÁ

Baja California Sur, México.
Marzo 2023

LOCACIÓN

Hasta ahora, el discurso moderno de "progreso y avanzada", ha entendido al ser humano como el centro del mundo y poseedor de todo cuanto existe alrededor concibiendo incluso a la "naturaleza" como un objeto inerte, decorativo y disponible para ser manipulado por la ciencia y la técnica.

"Anicá" es una muestra que pone en evidencia este desarrollo voraz de la tecnología actual al tiempo que problematiza la noción de la realidad y la ficción en las relaciones interpersonales. En este nuevo panorama, el artista Manuel Lozano se pregunta ¿Qué consecuencias afrontaremos tomando este camino? Su trabajo busca hacer un ejercicio especulativo, no de predicción de futuro, sino de imaginar cómo sería el mundo según las tendencias actuales.

En su obra el artista nos permite comprender el futuro no como un destino, más bien, como posibilidad, potencia y como un encuentro inesperado con la otredad: lo humano, lo no humano y el paisaje natural y digital. El tiempo puede tomarnos por sorpresa y apartarnos del mundo que creíamos comprender y recordarnos que nuestra existencia no es posible sin los otros.

Lozano nos invita a tomarnos una pausa de la automatización de nuestras vidas para entrar en contacto con el entorno, el silencio y re- encontrarnos con lo que nos permite realmente seguir viviendo. Pues, como enfatiza la escritora estadounidense Ursula K. Le Guin, el futuro siempre nos volverá otros, distintos de nosotros mismos ¿Qué futuro estamos dispuestos a afrontar?

Metamorfosis Digital

¿Dónde quedará la realidad física o qué la separará de la realidad virtual?
O ¿acaso tenemos que dejarnos ir y no crear resistencia?
¿Ser más conscientes es la respuesta?
O es que acaso, ¿no somos de aquÍ y por eso buscamos más hacia las estrellas?.... queremos irnos... ¿y por eso no nos importa destruir este planeta?

-Manuel Lozano

Así pensamos que el territorio se hace en colores y brillos. Esos colores son esas aventuras ideológicas de la historia material (Siracusano,2005:18) plasmados en las piezas realizadas. Este tránsito que estás a punto de realizar se vuelve tu propia territorialización, tu propia presencia y tu propio acto de estar.

Cada espacio y forma buscan entrar en diálogo en un lenguaje formal y material contigo siendo con el entorno. Así devienes paisaje y ya no sólo te encuentras observando. De un modo sutil lo que se busca esta es volver a territorializar el cuerpo, volverlo a sentir, volver a la presencia.

Comprendiendo el "presente" de un modo más amplio: como una práctica ética y política, una forma de reconocimiento mutuo. reconocimiento de la vida que nos rodea y reconocimiento de que dependemos de otros cuerpos (cuerpo-océano; cuerpo-desierto; cuerpo-selva; cuerpo bosque) para seguir existiendo. Buen viaje

En la actualidad estamos sumergidos en el mundo virtual. La tecnología es usada de modo exacerbado como medio de escape y evasión a emociones e incomodidades que se presentan en la vida cotidiana. Estar presentes en cada momento se ha vuelto un reto cada vez más difícil en la contemporaneidad.

Sin embargo ¿Qué implica esta presencia? & A dónde nos puede llevar la relación de nuestro cuerpo con el espacio, con la naturaleza, con el desierto? Pensamos en esta instalación como una exploración, que las respuestas pueden llevarnos al encuentro con nosotros mismos en el territorio. Consideramos que regresar a este cuerpo es un acto de territorialización, un acto de presencia que nos llevará al encuentro con un territorio en el paisaje.